A més a més, aquest ateisme “pràctic” es confon amb l´indiferentisme, encara que es pensa que l´home no necessita ja a Déu. Sobre això, Zubiri ha distingit l´actitut de l´indiferent i despreocupat de l´agnòstic i l´ateu: “No es que no haya proceso intelectivo, sinó que hay un proceso intelectivo que lleva a la indiferencia…Esta indiderencia tiene muchos matices, desde admitir la realidad de Dios inteligida indiferentemente, hasta el extremo opuesto, una cierta indiferencia respecto de la realidad misma de Dios, pasando por la iea de la ociosidad divina…El despreocupado vive dejándose vivir porque por encima de su indiferencia fundamental lo que hace es afirmar enérgeticamente que vvie y quiere vivir. Su desentenderse del problema de Dios es una actitud tomada en aras de la vida… quiere que la indiferencia de la realidad fundamental no sea un impedimento para la vida… Los dos aspectos de esta actitud, dejarse vivir y la voluntad de vivir, tomados unitàriamente, definen una única voluntad: una voluntad de vivir, que pudieramos llamar penúltima; es la penúltima de la vida… El desentendido de Dios vive en la superficie de sí mismo: es vida constitutivamente penúltima”.
No podem oblidar que l´alt nivell de vida i el benestar material de la societat occidental difonen insidiosament en molts grups humans una total apatia pera a amb els valors religiosos i un despreocupar-se de Déu. Aquesta actitut d´indiferència religiosa es converteix fàcilment en un ateisme pràctic.
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